El Primer Congreso de Enfermedad Cerebrovascular concluyó con un llamado a establecer una ruta nacional para la atención del ictus en República Dominicana, con protocolos unificados, personal capacitado y acceso a tratamientos de última generación.
Especialistas de Argentina, España, Estados Unidos, Puerto Rico y RD coincidieron en que el mayor reto no es solo tecnológico, sino logístico y organizacional. La implementación del “Código Ictus”, que agiliza la atención desde la llegada del paciente al hospital, fue uno de los ejes centrales, junto a avances en trombólisis y trombectomía mecánica.
El presidente de la Sociedad Dominicana de Neurointervención y Neurología Vascular (SDNINV), doctor Luis Suazo, destacó que el país necesita una red certificada de unidades de ictus que atienda de inmediato a los pacientes, sin importar su ubicación. “Un ACV no da segundas oportunidades; la única opción es actuar rápido y con los recursos adecuados”, afirmó.
El congreso también resaltó la urgencia de fortalecer la colaboración público-privada, formar más neurólogos en técnicas de intervención y crear centros con estándares internacionales.
Se discutieron además temas como el ictus en el embarazo, aneurismas y estenosis carotídeas, con presentaciones de casos locales que evidenciaron fortalezas y carencias del sistema.
En el encuentro se rindió homenaje al doctor Osvaldo Marté Durán, pionero de la neurocirugía dominicana. Los organizadores cerraron con un compromiso claro: “Cada minuto sin tratamiento son neuronas que se pierden; cada acción coordinada es una vida que se salva”.

Un “Código Ictus” es un protocolo de emergencia que organiza y agiliza la atención de los pacientes con accidente cerebrovascular (ACV) o ictus, desde que aparecen los primeros síntomas hasta que reciben tratamiento especializado.
