
Mary Pérez de Marranzini, fundadora y presidenta “ad vitam” de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), falleció a los 98 años.
Doña Mary nació el 20 de septiembre de 1926. Su vocación de servicio se fortaleció en 1954, tras el diagnóstico de polio de su hijo Celso Marranzini, la inspiró a formar la institución.
Su legado hoy se refleja en los 34 centros de ADR en todo el país, donde se ofrecen servicios de rehabilitación integral a más de 7,500 personas diariamente, sin importar su condición económica.
Conocida por su firmeza, serenidad y espíritu solidario, dedicó más de seis décadas de servicio ininterrumpido desde su creación en 1963 a Rehabilitación
Pérez Marranzini abogó por una rehabilitación centrada en la independencia y la inclusión social de quienes enfrentan barreras físicas o cognitivas.
“La persona con discapacidad debe lograr el máximo de independencia posible”, expresó en 1959, una filosofía que aún guía el trabajo de la institución.
Desde 2014, la calle donde se encuentra la sede principal de la ADR lleva su nombre, como reconocimiento a su inmenso aporte a la sociedad dominicana.