A diez años de su inauguración, el Centro Comunitario de Niños y Niñas en el distrito municipal de San Luis se encuentra en un evidente estado de abandono, generando preocupación en la comunidad.
La obra, que representó una inversión de 200 mil dólares donados por el empresario taiwanés Frank Lee, fue construida con el apoyo del gobierno de Taiwán y la fundación «Care to Help» con el objetivo de brindar apoyo a la infancia más necesitada de la zona.
Sin embargo, una década después, el panorama es desolador. La maleza ha crecido sin control en el patio, combinándose con basura dispersa en diversas áreas.
Aunque una parte del edificio ha sido habilitada para operar un centro del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), el resto de la infraestructura presenta signos evidentes de deterioro, con suciedad, humedad y acumulación de desechos.
En la parte frontal del recinto, un vertedero improvisado ha empeorado la situación, mientras que la valla original del centro, desgastada por el tiempo, ha perdido sus letras y es prácticamente irreconocible. Niños y jóvenes del sector han convertido el área en un improvisado espacio de juego, subiéndose en las paredes perimetrales de la edificación.
La pintura del edificio está visiblemente deteriorada y las condiciones generales evidencian la falta de mantenimiento, entre otros signos de deterioro.
La denuncia la hizo Diógenes Ozuna activista de los derechos humanos y Nicolás Feliz, empleado del centro de salud.
