
El país se convierte en el primero de América Latina, en tener esa ley
Uruguay se convirtió en el primer país de América Latina en aprobar la eutanasia, luego de un proceso de cinco años valorando el proyecto de ley en el congreso del país suramericano.
Con la Ley se aprobó en primera lectura con 20 votos a favor sobre un total de 31, el pleno del Senado cerró el proyecto llamó la atención de una sociedad casi siempre proclive a la ampliación de derechos, con el 62% de los uruguayos a favor de esta legalización.
La aprobación contó con el respaldo de toda la bancada progresista del Frente Amplio, dos senadores del Partido Colorado y una senadora del Partido Nacional, ambos de la centroderecha.
Con la sanción definitiva del proyecto denominado “Muerte digna”, Uruguay se convierte en el primer país de América Latina en legalizar la eutanasia mediante el trámite parlamentario requerido para la aprobación de cualquier norma, que supuso un exhaustivo recorrido con audiencias en las que fueron recibidas y escuchadas más de 60 organizaciones que pasaron por las comisiones de salud de ambas cámaras.
Esto diferencia a Uruguay de países como Colombia y Ecuador, donde el procedimiento fue despenalizado a través de fallos de la Corte Constitucional y hay una protocolización de Sanidad, pero el Congreso aún no la ha legalizado.
Según lo que consta en el documento aprobado que podrá acogerse a este derecho toda persona mayor de edad y “psíquicamente apta” que esté cursando “la etapa terminal de una patología incurable e irreversible” o que, como consecuencia de esa enfermedad, “padezca sufrimientos que le resulten insoportables” y atraviese un “grave y progresivo deterioro de su calidad de vida”.
El paciente que lo decida deberá solicitar la eutanasia personalmente y por escrito, siempre que sea ciudadano uruguayo o extranjero residente. La eutanasia se practicará para que su muerte se produzca de manera “indolora, apacible y respetuosa de su dignidad”, indica la norma.
La ley de Muerte digna estuvo precedida por un debate social, académico, político, tan nutrido como los que derivaron en la legalización del aborto, el matrimonio igualitario o la regulación del mercado de cannabis, que hace más de una década con José Pepe Mujica al frente del Gobierno colocaron a Uruguay entre los países más sobresalientes en la agenda progresista de derechos.
Fuente: https://elpais.com