
Los recortes en salud paraliza tratamientos de cáncer
Los recortes en el sistema de salud pública en Argentina, impulsados por el gobierno de Javier Milei, están generando consecuencias dramáticas para pacientes con cáncer, quienes denuncian la suspensión de tratamientos y la falta de acceso a medicamentos esenciales, segun reportan medios locales e internacionales.
Entre las medidas más graves se encuentra la eliminación del programa DADSE, que proveía medicamentos oncológicos gratuitos a personas sin cobertura médica.
Organizaciones de pacientes y profesionales de la salud advierten que cientos de pacientes han quedado desprotegidos, y se atribuyen al menos 60 muertes en los últimos meses por falta de fármacos o demoras en su entrega.
Además, el gobierno dispuso el cierre del Instituto Nacional del Cáncer (INC) y la eliminación del Programa Nacional de Cuidados Paliativos.
Esto ha provocado el despido de la mayoría del personal especializado y la suspensión en la compra de opioides como morfina y metadona, fundamentales para aliviar el dolor de pacientes en etapas avanzadas de la enfermedad.
“La situación es desesperante. Estamos viendo pacientes que sufren dolores atroces porque no hay morfina ni profesionales para atenderlos. Los cuidados paliativos en Argentina estamos de luto”, expresó la doctora Mariana Pechenik, médica especialista en cuidados paliativos, en declaraciones a medios de comunicación
A los recortes se suma la reducción de cerca del 48 % en el presupuesto sanitario nacional, que ha paralizado la compra de medicamentos y dejado sin financiamiento varios programas clave, afectando también a personas con otras patologías como VIH, hepatitis o tuberculosis.
Hospitales públicos y organizaciones de pacientes han realizado protestas y presentaciones judiciales para exigir que se restablezca la provisión de tratamientos oncológicos y se garanticen los derechos básicos de atención médica.
La crisis sanitaria generada por los ajustes amenaza con dejar a miles de pacientes con cáncer sin la posibilidad de continuar sus tratamientos, exponiéndolos a sufrimientos evitables y aumentando el riesgo de muertes por enfermedades que podrían tratarse.