
La contribución fortalecerá el Programa Mamá Canguro y mejorará la atención de recién nacidos prematuros o de bajo peso
Con el objetivo de seguir impulsando acciones concretas para reducir la mortalidad infantil en el país, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en República Dominicana realizó una donación valorada en un millón de pesos al Servicio Nacional de Salud (SNS).
Esta contribución está destinada a fortalecer el Programa Mamá Canguro, una estrategia reconocida por su efectividad en la mejora de la supervivencia de recién nacidos prematuros o con bajo peso.
El donativo incluyó equipos médicos esenciales para la atención neonatal, entre ellos: oxímetros pediátricos, balanzas digitales de mesa, infantómetros, oftalmoscopios indirectos con lentes de 20 y 28 dioptrías, glucómetros, sets diagnósticos, goniómetros y otros dispositivos electrónicos que facilitarán el monitoreo clínico de los recién nacidos atendidos en los centros de la Red Pública.
“La atención a los bebés en condiciones de mayor vulnerabilidad debe ser una prioridad nacional. Con esta donación, reiteramos nuestro firme compromiso de apoyar al país en sus esfuerzos por asegurar servicios de salud de calidad, equitativos y centrados en el cuidado cariñoso”, expresó Anyoli Sanabria, representante adjunta de UNICEF en el país.
Mientras que el doctor Martín Ortiz, director Materno Infantil y de Adolescentes del SNS, agradeció a UNICEF por su apoyo continuo «.Esta donación representa un impacto significativo en el fortalecimiento del Programa Mamá Canguro en hospitales de la Red Pública, ya que nos permitirá ampliar la cobertura para recién nacidos prematuros o con bajo peso mediante una atención más oportuna y de calidad”, afirmó Ortiz.
Avances en la reducción de la mortalidad infantil
El Boletín Epidemiológico No. 52 del año 2024, indica que la República Dominicana ha logrado avances importantes en la reducción de la mortalidad infantil, alcanzando una tasa de 15.92 defunciones por cada 1,000 nacidos vivos, lo que representa una disminución del 13 % en comparación con el año anterior.
No obstante, el 82 % de estas muertes siguen ocurriendo en el período neonatal (los primeros 28 días de vida), lo que evidencia los desafíos persistentes en la atención a los recién nacidos en situación de riesgo.